EL REY


Es la pieza más importante del ajedrez, cuya captura es el único objetivo del juego. En los países de habla española y portuguesa, el rey es representado por la letra R en la notación algebraica del ajedrez.
En caso de que no pueda ser cambiado durante la partida, se la considera una pieza invaluable. Vale 20 puntos; sin embargo, algunos autores le atribuyen de dos a cuatro puntos de valor relativo, en una escala de uno a diez, sobre la base de su movilidad, seguridad y el papel activo que juega en el final del juego
Durante una partida, el rey no puede permanecer bajo la amenaza de piezas enemigas en ningún instante, debe ser colocado de forma segura en el movimiento inmediatamente posterior, en caso de ser atacado.
Las reglas de etiqueta en el ajedrez indican que al amenazar al rey del oponente, el atacante puede romper el silencio de la partida y anunciar «¡jaque!» y, en el caso de que el rey no pudiera escapar a la captura, anunciar «¡jaque mate!». Estos gestos se consideran opcionales según el reglamento del juego.
Su movimiento consiste en el desplazamiento de una casilla o escaque en horizontal, vertical o diagonal. En caso de que el jugador no haya movido el rey durante el juego, se le permite realizar un movimiento especial llamado enroque con una de las torres, cumpliendo algunos requisitos.
Movimiento y valor relativo
En la posición inicial de las piezas sobre el tablero, el rey blanco permanece en el escaque e1, de color oscuro, y el rey negro en el escaque e8 color claro.
Según lo establecido por la FIDE, el rey debe estar representado por la letra R en la notación algebraica del ajedrez que se utilizará en los torneos oficiales.
El movimiento del Rey permaneció prácticamente inalterado durante la evolución del ajedrez durante los siglos. Incluso el antecesor más antiguo tenía como movimiento un escaque en dirección vertical, horizontal o diagonal, limitada la condición del escaque para el cual se desea mover la pieza no esté bajo ataque de las piezas enemigas.
El enroque tiene como finalidad proteger al rey, al ubicarlo en la esquina del tablero, por lo general detrás de una fila de peones.
Según las leyes del ajedrez, el jugador de ajedrez no tiene la obligación de anunciar jaque o jaque mate durante el partido, sin embargo este gesto se sigue practicando en partidos de nivel amateur.
Estrategia
No es aconsejable mover al Rey ni en la etapa de apertura ni en medio juego, salvo para protegerlo o realizar el enroque.
Su protección se basa en las piezas a su alrededor que bloquean la mayoría de los ataques rivales. A medida que las piezas se cambian y el juego pasa a la final, el rey comienza a desempeñar un papel estratégico en defensa y ataque a piezas menores, bloqueo y captura de los peones pasados y la protección de sus propios peones pasados hasta el escaque de promoción.
Al final del juego, el rey se convierte en un buen atacante y defensor de las piezas de su alrededor, defendiéndolas mejor que un caballo y atacar en lugar de un alfil.
La escasez de piezas adversarias facilita la huida del Rey en caso de jaque, principalmente en el centro del tablero por lo que es conveniente moverlo las posiciones más activas en el tablero, donde se puede aplicar tenedor.
Debido a su importancia, el rey está presente en las principales variantes regionales de ajedrez, como el shōgi, Xiangqi, y en las variantes dimensionales como el ajedrez como el ajedrez hexagonal y el ajedrez tridimensional que también tienen la figura del monarca.
Cada variante atribuye un papel diferente al rey, aunque en la mayoría de los casos sus movimientos sean los mismos. El diseño de la pieza también es variado, principalmente en versiones regionales donde se conservan elementos culturales con grafía y formato representativo.